Siempre se ha dicho que hacer deporte es salud. El ejercicio físico, ya sea un largo paseo después de trabajar o una vuelta en bicicleta un par de veces por semana, mantiene el cuerpo y la mente en forma. Llevar un estilo de vida activo mejora la resistencia de nuestro sistema inmunitario y, por tanto, nos ayuda a prevenir enfermedades.
Han perdido muchos argumentos para defender su estilo de vida, pero hubo y siempre habrá gente a la que no le gusta moverse, sudar, subir unas escaleras o dejar aparcado el coche al salir de casa para hacer recados por el propio barrio.
Estudios científicos afirman que el ritmo de vida sedentario favorece la aparición de determinadas enfermedades. Entre ellas, quizá la más evidente, la obesidad. Pero un estilo de vida activo no sólo nos protege contra el sobrepeso, también favorece un mejor tono físico y mental. El ejercicio mejora las defensas del organismo y nos hace más resistentes a los problemas de corazón. Practicar deporte de forma rutnaria es una forma sencilla y divertida de prevenir muchos males.
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El ritmo de vida actual nos hace personas más sedentarias y, por lo tanto, menos activas. Luchar contra la tentación de sentarse delante del ordenador o de la televisión para salir a caminar por el simple placer de hacer deporte es, hoy en día, una lucha complicada.
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Llevar una vida activa, realizar nuestros desplazamientos caminando o en bicicleta, subir las escaleras en vez de subir en el ascensor, por ejemplo, provocará un cambio en nuestro estado de salud, pero también en nuestro estado de ánimo, haciéndonos personas más alegres y contentas.
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Tomar conciencia de todas las actividades físicas que podríamos realizar durante el día y que, por inercia, no hacemos. Conocer nuestro cuerpo para adaptar el deporte a nuestras posibilidades físicas.
4 opiniones argumentadas
- David Servan-Schreiber
- Médico, neurocientífico y autor
- Margarita Soberón Mainero
- Psicoterapeuta corporal
- Anna Vilella
- Medicina
- Bernardo Marín Fernández
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