La inteligencia es una característica muy valorada en la cultura occidental, marcada por el racionalismo. Las personas intentan ser o parecer inteligentes. Por eso se preguntan si hay un "techo" del cual no van a poder pasar, y si este límite está determinado por los genes.
Si la inteligencia y el IQ (coeficiente intelectual) están definidos totalmente por los genes, la posibilidad de ampliarlos no será mucha. Pero quizá de todos modos podríamos intentar desarrollarlos al máximo.
La ciencia de hoy está descubriendo todo el peso de los genes en nuestra conducta, pero explicarla en todos sus aspectos no es tan fácil como decir que todo es genética. Somos mucho más complicados que eso.