
Una idea muy extendida es que toda persona con mucho dinero es corrupta. En otras palabras, que no es posible ser ricos y al mismo ser fieles a un código ético respetable. Los grandes millonarios que aparecen en la revista Forbes hacen gala de que sus negocios son florecientes, que sus empresas son rentables. Pero en el imaginario popular suele quedar la impresión de que nadie puede llegar a acumular tanta riqueza sin recurrir a malos manejos, sobornos, chantajes, etc.
Se trataría, pues, de una creencia económica: que todo el que acumula dinero, lo está robando a los necesitados del mundo. Por eso en algunos imaginarios religiosos se considera que no es posible ser rico y vivir éticamente.
Opiniones argumentadas
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