
Las fantasías sexuales, durante mucho tiempo consideradas un tabú o algo de lo que avergonzarse, son inherentes a la condición humana. Hoy en día, son aceptadas y asumidas e incluso son consideradas como algo positivo al alimentar el deseo e intensificar el placer del encuentro sexual.
La duda surge cuando esas fantasías se tienen con una persona distinta a la propia pareja, y si esto puede considerarse una infidelidad, o por el contrario son algo natural y, mientras no se pase a la acción no deberían considerarse una infidelidad.
2 opiniones argumentadas

- Dr. Miguel C Franco
- Médico Cirujano, Nutriólogo Clínico, Coach Ontológico, futuro sexólogo

-
Laura Sánchez Sánchez
- Psicóloga. Máster en Sexología