
Sin ser la opción más obvia a la hora de plantearse de donde obtener los fondos para financiar un proyecto social, acudir a nuestro banco para pedir un crédito puede no ser tan mala idea.
A favor del SI, un proyecto social es, sobre todo, un proyecto diseñado a partir de un plan de negocio que en poco se diferencia del de cualquier otra empresa. Nuestro trato con el banco debería ser suficiente aval.
En contra, el hecho de que, si ya de por sí es complicado acceder a financiación para nuevas empresas, los fines sociales y no exclusivamente financieros del proyecto pueden predisponer a la entidad bancaria.