
Hay dos formas en las que podemos prestar nuestros servicios profesionales: por cuenta ajena (asalariado) o por cuenta propia (autónomo). El asalariado goza de una mayor estabilidad laboral, de una seguridad contractual y de unas prestaciones sociales.
Sin embargo, está limitado profesionalmente, al vincular el propio desarrollo a una empresa. El régimen de autónomos, en cambio, ofrece una mayor libertad y flexibilidad, pero carece de las garantías y prestaciones del régimen general.
4 opiniones argumentadas

- Anónimo
- Asalariado

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Andrés Correa Casablanca
- Ingeniero Informático