Esta decisión es para informadores o periodistas que se plantean si publicar una noticia aunque haya riesgo de que su difusión genere un conflicto, o si será mejor guardarla para evitarlo. La duda es si debe primar el derecho a la información, o la autocensura para favorecer la convivencia.
La decisión depende de cómo la persona o la empresa informativa entiendan su propia responsabilidad y qué código deontológico sigan.
Un periodista o una empresa informativa trabajan para la comunidad, porque la comunidad quiere y tiene que estar informada. Pero, la duda es si este criterio debe seguirse a cualquier precio, y qué hacer cuando se sabe que una información dañará la convivencia en la comunidad, Si hace más daño privar a los ciudadanos de esa noticia, si ocultando información se solucionará el problema, y si hay que buscar otras soluciones al mismo.
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Pocos periodistas se guardarían una primicia, pero el sentido de la responsabilidad profesional se vive de muy diferente forma entre unos y otros. Unos se privarán de dar una información que saben que es dañina. Otros pensarán que su responsabilidad consiste precisamente en darla.
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Favorecer la convivencia pacífica en la sociedad debe ser uno de los objetivos que iluminen la labor de los periodistas. En dilemas como el que aquí se plantea, saber el cómo es difícil.
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El profesional de la información debe sopesar muy bien los pros y los contras, todas las posibles consecuencias de informar y de no informar, ser muy reflexivo en su trabajo y dejar a un lado el prestigio profesional en aras de priorizar el bien de la comunidad.
8 opiniones argumentadas
- Juan Canut Guillén
- Abogado
- Alfredo Fernández Capel
- Periodista
- Milagros Pérez Oliva
- Licenciada en Ciencias de la Información por la UAB