
Las tendencias en los seres humanos pueden compararse con los instintos en los animales. El cuerpo "nos pide" algunas satisfacciones básicas, como saciar el hambre, la sed, el deseo sexual, el sueño. Pero el ser humano modela, da forma a la manera de satisfacer estas tendencias, según el ambiente social en que se mueva.
La educación y la cultura actúan en todas las sociedades como modeladoras de las tendencias, aunque siempre hay un límite a lo que se puede influir sobre ellas.
La duda es si podemos aprender a gestionar este aspecto de nuestra humanidad para ser más libres. Y si no sería más grato dejarnos llevar por nuestros apetitos, deseos y tendencias sin posponernos, ni negarlos ni reprimirlos.
2 opiniones argumentadas

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Jorge Ubeda
- Doctor en Filosofía

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Enrique Baca Baldomero
- Catedrático de Psiquiatría