En el mundo actual han avanzado mucho las técnicas para modelar nuestro cuerpo a capricho. A veces hasta da la impresión de que es posible que cada uno se fabrique un físico a su medida. En este marco de acción uno se pregunta si es mejor cambiar lo que no nos gusta de nuestro cuerpo, o si sentirse bien implica el aceptar lo que se tiene.
Puede ser cuestión de tiempo o dinero, pero al alcance de todo el mundo está el construir un físico más en sintonía con los propios ideales. Mientras unos prefieren pasar largas horas trabajando sus músculos en el gimnasio, otros pueden permitirse pagar el coste de una operación de cirugía estética de la zona de su cuerpo que más les desagrada. Lo que es mucho más complicado es que exista alguien que pueda garantizar que, después de una inversión así, nos vayamos a sentir mejor que antes.
1 opinión argumentada
- Leticia Soberón
- Psicóloga