Durante la adolescencia empiezan las primeras vivencias amorosas. Puede ser que en estos momentos no entiendas estas emociones, o que no sepas qué hacer con ellas… pero realmente, lo más complicado, es saber si esa persona por la que suspiras también suspira por ti. En la adolescencia, no sólo el cuerpo cambia, también evolucionan los sentimientos. La vida “social” se vuelve muy importante, pasamos cada vez más tiempo con nuestros amigos y empezamos a sentir emociones nuevas que se transforman en sentimientos por otra persona.
Él o ella puede volverse más importante que todos los demás, hasta los amigos pueden ser relegados a un segundo plano.
En ese momento es cuando te cuestionas si sus sentimientos son los mismos que los tuyos, si él o ella siente lo mismo que tu.
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La timidez, el sentido del ridículo y el miedo a que este amor no sea recíproco son los dos principales obstáculos.
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Es una fuerza más que una debilidad el ser capaz de comunicar tus sentimientos. Puede que el amor no sea recíproco pero suele ser mejor saberlo pronto más que soñar durante mucho tiempo con un amor idealizado.
2 opiniones argumentadas
- Daniel Marcelli
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- Leticia Soberón
- Psicóloga