Nuestras experiencias y los sucesos del pasado nos permiten crecer y madurar, pero también es posible que nos hagan quedarnos anclados en él y no avanzar. Se puede ser activo y decidir sobreponerse a las experiencias del pasado y aprender de ellas o no hacerlo. A veces solo queremos olvidar por completo algunas cosas que nos pasan. Parece que algunos eventos simplemente no sirven para nada y no contienen nada que nos puede ayudar a ser más felices. Esta decisión reflexiona sobre el intento de aprender de nuestro pasado.
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El aprendizaje puede requerir el hábito consciente de reflexión. Sin ello, será difícil tomar esta decisión.
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Esta decisión tiene influencia sobre la forma que integramos el pasado en nuestro presente.
María Jesús Álava Reyes 
