
Un aborto provocado o espontáneo no siempre es fácil de superar y algunas mujeres se plantean si además de consecuencias psicológicas puede llegar a tener consecuencias para su salud física. Incluso pueden plantearse si las secuelas pueden impedir que puedan tener más hijos en el futuro.
La interrupción del embarazo, voluntaria o no, supone un cambio brusco en la trayectoria de un proceso fisiológico y psicológico en el cuerpo de la mujer, además de la que tiene en el feto, obviamente. Por ello la información en este campo es importante para poder decidir, en el caso de un aborto voluntario, y reparar, en el caso de uno involuntario. La unidad interna de una persona (cuerpo-mente-emotividad) hace que nada esté desconectado. Lo que pasa en su cuerpo sucede también en su psicología y en toda su persona.
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