
La información en los medios de masas sobre algunos hechos puede perturbar a numerosas personas. El suicidio es uno de ellos y se estudia si su difusión no ejerce un efecto de imitación que puede afectar mucho a personas con dificultades. Por eso hay que reflexionar antes de dar esta información.
En los momentos sociales de crisis, además, el ánimo de la población suele estar en horas bajas y puede ser más cuestionable aún este tipo de noticias. Pero aún así, uno se pregunta dónde quedaría el derecho a la información.
Hasta hace unas décadas la prensa informaba de un suicidio sólo cuando la persona que se suicidaba era una personalidad, una autoridad o un famoso e, incluso en esos casos, en ocasiones de informaba de la muerte sin decir que había sido un suicidio. Cuando la persona que se quitaba la vida a sí misma no era conocida, normalmente no se informaba del hecho.
Sin embargo, últimamente en numerosos casos de malos tratos en los que el hombre mata a su compañera y luego se quita la vida, sí se suele informar de ello. El debate es antiguo entre quienes opinan que el periodista debe informar del suicidio y quienes lo evitan para no dar ideas a personas propensas a ello.
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La intención de no informar de un suicidio es evitar cierto efecto de contagio. Aunque es difícil de demostrar, se dice que cuando se informa de un suicidio el número de suicidios tiende a aumentar.
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Cuando un periodista no informa sobre un suicidio, tal vez está faltando a su deber de informar. Puede quedarse con la duda de hasta qué punto el periodista y el medio de comunicación son responsables de los efectos que tenga la noticia que difunden.
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Si la informació es cuidada en su presentación y proviene de una reflexión previa, tal vez se puedan mitigar los supuestos efectos perversos que generaría el informar sobre un suicidio.
6 opiniones argumentadas

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Jorge Hierro Álvarez
- Experto en TICs y Profesor de Dirección Estratégica

- Ana Us

- Anónimo
- En Dontknow desde Abril de 2012