En el mundo hay ciertos países que por diversos motivos (belleza de su población, coste, permisividad legal, cultura, clima, grado de desarrollo...) adquieren una fama determinada y empiezan a atraer al turismo sexual. Muchos visitantes acuden en gran número a un lugar determinado, para disfrutar de sus servicios de prostitución o de una mayor libertad sexual.
Muchas personas creen que los gobiernos deberían hacer todo lo posible para frenar esta práctica. A su vez, advierten a los clientes de naciones ricas que con ello quizá estén explotando a un país subdesarrollado. Un pueblo puede estar dando estos servicios a turistas por necesidad; faltos de libertad ante una situación necesidad o escasez.
El turismo sexual muchas veces se relaciona con dinero fácil, explotación y una población atrapada por las circunstancias que realiza este trabajo por necesidad. ¿Son simples prejuicios o son el reflejo de una realidad incómoda?
Jorge Ubeda 
