A la hora de plantearnos qué va a ocurrir con nuestras propiedades, cuando no estemos, hacer un testamento es muy importante. Es la mejor manera, sino la única, de asegurarnos que nuestra voluntad se va a cumplir.
Sin importar la cantidad de patrimonio que tengamos, el testamento es la forma de ahorrar a las familias muchas complicaciones. El hecho de que el destino de los bienes esté documentado y regulado por un notario no deja margen a interpretaciones.
Los testamentos son imprescindibles, ya que regulan la última voluntad de la persona fallecida. Es un acto de libertad y de madurez. Hay personas que consideran que hacer un testamento ya implica que se está en edad de morir. Pero no deja de ser una forma de regular su patrimonio, desde la toma de una decisión personal, evitando problemas de futuro tras la muerte de la persona. Algo que, guste o no, sucederá. No importa no disponer de un patrimonio considerable, ya que todo se traspasa a los herederos, más o menos cercanos, y es mejor que esté tratado, consultado y regulado formalmente a través de un notario.
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Desconocer las consecuencias de no hacer testamento. Creer que hacer un testamento es la antesala a la muerte.
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Cumplir nuestra voluntad respecto de los bienes que tenemos. Poder repartir el patrimonio como mejor consideramos. Facilitar la transmisión de nuestros bienes después de morir.
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Asesorarse con un abogado sobre los pros y contras de hacer un testamento.
3 opiniones argumentadas
- Antonio Ripoll Soler
- Economía
- Miguel Soberon Mainero
- Notario desde 1984 en Mexico DF
- Anónimo
- Padre de familia