Un hijo que sabe que es adoptado querrá información sobre sus padres biológicos. La cuestión es si es adecuado que los padres adoptivos propicien esta información a su hijo. Cuando buscamos saber de dónde vinimos, es común mirar a nuestros padres como fuente para una posible respuesta. Así, es un deseo natural de una persona adoptada es querer saber quiénes fueron o son sus padres biológicos. Esta decisión considera la cuestión sobre si los padres adoptivos compartirán esta experiencia de búsqueda, dando información sobre los padres biológicos a su hijo o hija adoptiva.
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El temor al desconocido puede ser un fuerte freno para la consideración de esta decisión. El miedo generado por no saber como reaccionará el hijo a la información sobre sus padres biológicos puede constituir una fuente importante para no plantear esta decisión.
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El diálogo y la confianza en la relación padres-hijos se podrán ver afectados por esta decisión. Por un lado, hablar sobre los padres adoptivos podrá generar comparaciones incómodas con los padres adoptivos. Por otro lado, ocultar información significativa podrá dañar la confianza que el hijo tiene en sus padres.
Gemma Cànovas Sau 
