Los padres que han elegido ofrecer una educación cristiana a sus hijos saben que, cuando estos rondan los diez años llega el momento de celebrar su primera comunión. Esta es una fiesta señalada en la que es costumbre reunir a toda la familia para compartir este momento.
En un momento de serias dificultades económicas es fácil que aparezca el dilema de si es conveniente gastarse los ahorros en una celebración familiar grande y costosa como es costumbre en la primera comunión.
La primera comunión es una fecha clave dentro de la educación cristiana de un niño, pero para los padres lleva implícito un esfuerzo económico que a veces no son capaces de afrontar y pueden sentirse atrapados sin saber qué hacer.
2 opiniones argumentadas
- Jesús de la Fuente Santamarina
- Tratando de entender el mundo, la familia y el curso de la vida
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación