Las diferencias en el ritmo de desarrollo psicofísico entre niños y niñas dificulta la gestión de la enseñanza en el aula. Esto se acentúa durante la pubertad y la adolescencia. Por eso hay escuelas diferenciadas, que los separan en la fase escolar para evitar estos problemas.
Los que e oponen a esta separación argumentan que la vida real es que siempre hay personas más avanzadas que otras, y es importante aprender a gestionar esas diferencias desde la infancia.
Hay quien afirma que las niñas se hace mujeres mucho antes de que los niños se conviertan en hombres. Si bien desde la primera infancia hay diferencias en la adquisición y uso del lenguaje, pues las niñas lo hacen mucho antes, la aceleración del desarrollo femenino a partir de la pubertad marca mucho más ese desfase.
La enseñanza supone ciertamente unas diferencias entre personas, pero cuando esto se vuelve muy significativo, puede implicar un atraso general en el ritmo de aprendizaje del grupo.
De aquí las propuestas de escuela diferenciada, que durante algunas décadas fue lo normal, pero ahora cuenta con menos adeptos.
Opiniones argumentadas
Sé el primero en opinar.