
Para hacer una organización resiliente, es preciso dinamizar a los colaboradores en resiliencia para que tengan relevancia ante la adversidad. Hay que restablecer la confianza, empleando a fondo a los más capaces, seguros, creativos e innovadores.
También, protegiendo a los más débiles, poniéndolos en tareas que puedan gestionar, y reconociendo los esfuerzos de todos para superar los efectos negativos de una situación, transformándola en un reto nuevo y atractivo.
Opiniones argumentadas
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