Los medios de comunicación no siempre son imparciales. A veces vemos que crean o manipulan un conflicto y se ponen a favor de un bando. La decisión es si debemos denunciarlo o simplemente no va con nosotros, y también cómo contrarrestar la parcialidad.
Cuando hay un conflicto, latente o manifiesto, los medios de comunicación están muchas veces tentados de tomar partido. Manipulando el conflicto, los periodistas pueden modelar las opiniones y los sentimientos de los ciudadanos y ponerlos en contra del adversario o convertirlo en enemigo.
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Muchas veces nos vemos impotentes para luchar contra los grandes medios de comunicación, como la prensa tradicional o la televisión. Pensamos que si, por ejemplo, les mandamos una carta al director, no la van a publicar si es contraria a sus intereses. Y, entonces, no hacemos nada.
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No hacer nada supone una forma de complicidad. Denunciar la manipulación puede ayudar a despertar unas pocas mentes que no son del todo conscientes de que están siendo objeto de una manipulación interesada.
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Internet es una gran herramienta para este tipo de tareas, pero también hay numerosas formas de activismo social y político. Además, combatir con argumentos y sentido común opiniones y rumores en las conversaciones diarias con nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo… ayuda también a despertar conciencias.