Es habitual encontrar personas muy talentosas para poner en marcha nuevas ideas o proyectos, pero que después fracasan a la hora de gestionarlas o en la fase de formar un equipo que las ejecute. Las personas innovadoras y originales a veces no son organizadas, sino más bien caóticas. Puede ser un enorme acierto el delegar el seguimiento de un proyecto personal a otros. Nadie conoce tan bien un 'hijo suyo' como su creador y a los jefes a veces les resulta muy doloroso poner en manos de otros el seguimiento de sus proyectos más valiosos o queridos.
No todo el mundo es capaz de idear y poner en marcha un proyecto, pero también es cierto que muchos emprendedores no son buenos gestores de sus propias ideas. Para el éxito de cualquier empresa o negocio hay que saber cuál es el momento adecuado para soltar las riendas de un proyecto que ya 'rueda' y delegar su supervisión a otros para concentrar su energía en otros frentes.
3 opiniones argumentadas
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación