A veces la necesidad, y otras el simple deseo de independencia, hacen que algunos se planteen dedicarse a trabajar en vez de a estudiar.
Esta decisión suele suponer una sensación de fracaso para los padres si creen que su hijo o hija tienen capacidad para los estudios. Y también en la persona si le gusta estudiar pero lo deja por la urgencia de ganar dinero. Esta decisión puede cambiar mucho el rumbo de la vida.
El hecho de considerar que los estudios pueden absorber una gran cantidad de tiempo diario y a largo plazo, sin garantía de encontrar un empleo, puede llevar a preguntarse si es posible realizar las dos cosas a la vez (trabajar y estudiar), o si el trabajo requiere dedicación total.
Algunos expertos destacan que es importante que si la persona desea estudiar, se le brinden las condiciones para que esto sea posible. Sin embargo, otros matizan que esto dependerá de las condiciones sociales, económicas y culturales en las que se inserta la persona. Si la persona tiene un apremio económico, es posible que deje de estudiar por este hecho.
Por otro lado, también muchas personas dejan de estudiar en períodos de bonanza económica cuando es fácil el acceso al trabajo y al dinero, lo que puede ser una motivación para tener independencia. Sin embargo, algunos expertos destacan que en períodos de baja bonanza económica, las personas más perjudicadas en cuanto a inserción laboral son quienes tienen menos estudios. De allí que se destaque la importancia de realizar estudios profesionales.
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Los padres pueden exigir a sus hijos que sigan con sus estudios, lo que puede generar un rechazo de parte de los adolescentes. Los adolescentes pueden querer dejar de estudiar sin tener una idea precisa de lo que van a hacer a nivel laboral y sin saber las consecuencias de este hecho. Decepcionar a los padres puede frenar el hecho de dejar los estudios, o bien al contrario, optar por un trabajo.
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Dejar los estudios para trabajar puede generar que con el tiempo no se tenga tiempo ni disposición ni posibilidades de volver a retomar esos estudios, lo que puede ser perjudicial cuando no haya trabajo. Dejar una buena opción laboral cuando no agradan los estudios que se están realizando también puede generar perder una buena oportunidad. Compatibilizar las dos cosas, puede resultar incompatible a largo plazo.
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Es importante comunicar estas dudas a un profesional de la orientación o bien a gente que tienen tu confianza para que puedas hablar de forma abierta y que te puedan aconsejar sobre esta importante decisión, que influirá mucho sobre tu vida futura. Valorar las diferentes opciones y visualizar escenarios en ambos casos.
13 opiniones argumentadas
- Mariano Fernández Enguita
- Catedrático de Sociología
- Nicole Rodriguez
- Pensé en dejar la carrera pero en cada entrevista pedían títulos
- Anónimo
- En Dontknow desde Octubre de 2016