
Muchos expertos dicen que pegar a los niños nunca es bueno, pero en la práctica muchos padres piensan que una bofetada a tiempo es mejor que cualquier otro castigo. Uno se pregunta qué es lo mejor para los niños y para los padres, y cuáles son las consecuencias de una opción y de la otra.
La violencia genera violencia, y por eso muchos desaconsejan golpear a los niños, pero otros aseguran que si no se les fijan límites muy claros, no aprenderán nunca a ser adultos. Y no es fácil fijar límties sólo con la palabra.
La educación de los niños es un tema polémico, ya que pone en evidencia las diferencias de forma y fondo que suelen haber entre padres y madres, o entre padres y abuelos o bien, entre padres y profesores. ¿Mano dura o libre albedrío? parece ser la pregunta clave; pero ¿qué significa cada una de estas cosas? He aquí el dilema.
Durante muchos años, dar una palmada o una bofetada a los niños era la única forma que muchos padres y madres tenían para corregir a sus hijos, y entonces no se preguntaban si era correcto o no, simplemente daban por hecho que así tenía que ser. En las últimas décadas, diversos estudios han confirmado la enorme importancia que tienen los tres primeros años de vida en el desarrollo de una persona, con lo cual la preocupación por la infancia ha aumentado considerablemente. Pero entre tanta información, nadie acaba de decir claramente cómo hay que educarlos, si es correcto darles una bofetada de vez en cuando o si hay que evitar la violencia a toda costa.
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La creencia en que la forma de educar a los niños no tiene ninguna importancia.
La inercia a repetir el modelo educativo en el que nos educaron.
El esfuerzo de detenerse a reflexionar sobre ese modelo.
El miedo a descubrir que estamos equivocados y que tenemos que cambiar nuestra forma de hacer. -
Aprender diferentes formas de controlar y corregir a los niños cuando se ponen difíciles.
Reducir la ansiedad ante las “pataletas” de los niños.
Conocer objetivamente los efectos de dar una bofetada a los niños.
Aumentar nuestra seguridad como padres, madres o educadores ante los niños. -
Buscar información seria y confiable para contrastar nuestras creencias sobre el tema.
Consultar a aun psicólogo o pedagogo especialista en la resolución de situaciones difíciles con los niños.
Preguntar a otros padres, madres o educadores en quienes tengamos confianza, cómo resuelven las situaciones difíciles con sus hijos o alumnos.
12 opiniones argumentadas

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Toni Rubio
- Educador Social y UCAE (familia profesional)

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Irene de Puig Olivé
- Filosofía y educación

- Clara Ametller
- Madre de dos hijos