Los tiempos han cambiado, de eso no hay duda. Las personas cambian y las generaciones también. Quizá creer que los jóvenes de ahora son como éramos nosotros antaño nos provoca algunos conflictos con la juventud. Quizá debamos cambiar el paradigma.
Acostumbramos a pensar que "cualquier tiempo pasado fue mejor" y, conjuntamente con esa idea, nos alejamos de lo que habíamos sido de jóvenes, de cómo nos comportábamos, y nuestra memoria nos lo devuelve todo suavizado.
De esta manera es fácil pasar a juzgar a los jóvenes porque "nosotros a tu edad no hacíamos eso". Las creencias nos acompañan y muchas veces no somos conscientes de ellas. Vale la pena pararse y reflexionar sobre cómo nos afectan en nuestra relación con los demás.
1 opinión argumentada
- Silvio Gutman
- Psicólogo especializado en adolescencia y familia