Karl Marx decía que la religión es el opio del pueblo. Consideraba que creer en Dios provocaba una disminución de su capacidad crítica y le convertía en esclavo de una idea inexistente. La fe -creía Marx- era como una droga para el pueblo.
La idea es considerar la creencia en Dios es una forma de alienar a las personas en una única verdad, dejándolas sin capacidad de ver más allá, cegando, en cierta medida, su posibilidad de tener un pensamiento libre. La duda es si esto es así o no.
¿Creer que Dios es opio de mi libertad?
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