La interdisciplinariedad, el trabajo en equipo y la colaboración son claves para derribar la estructura de silos en una empresa. Esto es lo que impide una visión conjunta de la organización y crea competencias entre departamentos.
El director de colaboración puede aportar en la empresa un punto de vista ajeno a las necesidades cotidianas de cada función y convertirse en el coordinador de las necesidades de colaboración, de una forma consciente y eficaz.
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