¿Contratar a amigos o familiares para mi empresa?

Todos nos podemos haber sentido en medio de un dilema a la hora de echar mano de amigos o familiares para ocupar un puesto que ha quedado vacante en nuestra empresa. Con la crisis económica esta acción hasta se podría considerar en cierto modo un deber social y moral para conseguir que los nuestros salgan de una mala racha y tengan una oportunidad laboral.  

Ahora bien, esto, que en principo puede parecer algo natural y hasta favorable por sus ventajas, es una cuestión delicada ya que las consecuencias pueden ser difíciles de calcular.  

Recurrir a familiares para cubrir vacantes en la empresa, tiene ventajas como la instauración de una mayor confianza y comunicación dentro de la organización de la empresa o las posibilidades de negociar con mayor libertad el coste laboral o salario.

Frente a estas ventajas, se apilan una serie de desventajas que debemos valorar exhaustivamente por las consecuencias que pueden tener y que trascienden el ambito laboral para salpicar al ambito personal y familiar.  Cuestiones como el tránsito del problema laboral al plano personal, los conflictos de intereses entre trabajo y familia o las peculiaridades que la "confianza" aportan al clima laboral, deben ser tenidas muy en cuenta para evitar la creación de conflictos personales y/o familiares irreconciliables.