Los grandes teatros de ópera del mundo (La Scala, Covent Garden, el Metropolitan...) solían considerarse 'templos' reservados para el entretenimiento de unos pocos privilegiados -de gusto refinado- de la alta sociedad. En los últimos tiempos es normal ver entradas a precios mucho más económicos, incluso muy por debajo del coste de acceso a ciertos eventos deportivos o conciertos de rock. Todo ello, más el acceso a música en formato digital, ha facilitado una mayor popularización de la Ópera, aunque aún no sea un formato para todos los públicos.
Trajes caros, glamour y chóferes con coches de lujo esperando en la puerta es lo que muchos asocian con una noche en la ópera. Quizá en algún momento de su historia fuera un acontecimiento cultural que ejercía influencia en todas las capas sociales, pero con el tiempo se fue convirtiendo en un fenómeno de minorías. Últimamente es más fácil adquirir una entrada económica o encontrar ofertas especiales para los jóvenes que desean asistir a este espectáculo musical de larga tradición.
3 opiniones argumentadas
- Elena García
- Unknown