
El propósito de una organización no solo motiva a sus empleados. genera lealtad entre sus consumidores y ayuda a la empresa a consolidar su camino hacia un crecimiento sostenible. Es decir, no solo influyen los valores en los miembros de la organización, también lo hacen en los "stakeholders".
Por ello, dada la relevancia del propósito, que puede constituir la diferencia entre tener éxito o no, los líderes deben tener claros cuáles van a ser esos principios que determinan la atracción y fidelidad de todos los agentes relacionados con la empresa.