La Pascua, en las sociedades marcadas por la cultura cristiana, es el final de la Semana Santa. Conmemora la resurrección de Jesús. Cuando tradicionalmente se hacía penitencia en Semana Santa, la fiesta de Pascua traía consigo la alegría, el retomar los placeres de la vida y la posibilidad de comer dulces. Los huevos de Pascua simbolizan la vida escondida en la tumba de Jesús.
La decisión consiste en celebrar este acontecimiento, se tenga fe o no, como memoria cultural y social.
Las fiestas de Pascua se han desdibujado al mismo ritmo que se extiende la secularización de la cultura. Pero se conserva en el calendario una serie de fiestas de origen religioso que, a pesar de todo, siguen manteniendo costumbres familiares.
La cuestión es si celebrar la Pascua de todos modos.
4 opiniones argumentadas
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación
- Juan Canut Guillén
- Abogado