Motivos como la pérdida de trabajo, un divorcio o algún otro revés económico pueden crear la necesidad de ayudar a un hijo ya adulto, económicamente. ¿Los primeros y más disponibles deben ser los padres? ¿Es aconsejable hacer un préstamo personal a un hijo? ¿O por tratarse de un hijo lo que sea?
Opiniones argumentadas
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