Una de forma de solidaridad puede ser apadrinar a un niño de un país empobrecido, a través de una ONG. Antes de decidir, es importante informarse sobre en qué consiste el apadrinamiento, si se puede tener contacto con el niño o niña; y hasta qué edad se pueden apadrinar.
El aspecto más práctico e importante será la confiabilidad de la ONG, para garantizar que los fondos lleguen efectivamente a la persona que hemos adoptado.
Apadrinar a un niño es una decisión muy importante y puede ser beneficiosa para éstos, ya que muchas veces no pueden disfrutar de sus derechos fundamentales en sus países de origen. Apadrinar a un niño a través de una ONG nos permite gestionar de mejor forma nuestro tiempo y el dinero que podamos entregar como muestra de solidaridad. Las ONG realizan proyectos de desarrollo que benefician a una población infantil determinada, pero también buscan el desarrollo de toda la comunidad, financiando la construcción de escuelas, el mantenimiento de comedores escolares, la formación de adultos y las iniciativas comunales.
Por otro lado, muchas ONG nos permiten estar en contacto con el niño apadrinado, intercambiando cartas, fotografías y noticias sobre el desarrollo de éste. De esta manera, apadrinar es también crear un vínculo con los niños, saber cómo les mejora la vida progresivamente gracias a nuestra solidaridad y en definitiva contribuir a que su entorno sea más apropiado para su desarrollo personal.
Sin embargo, también existen autores que plantean que este tipo de acciones benefician más a las personas que desarrollan el acto solidario, que a los niños porque puede generar expectativas sobredimensionadas en éstos y en sus familias. Por otro lado, puede verse como un acto eminentemente de caridad o de paternalismo respecto de las comunidades y las familias de los menores a quienes se ayuda.
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Algunas personas desconocen la existencia de este tipo de proyectos solidarios, o bien, lo confunden directamente con un sistema de adopción. Otras personas pueden frenar su decisión de apadrinar porque no están de acuerdo que los beneficios se entreguen a toda la comunidad donde el niño se desarrolla, pues preferirían que los beneficios se den única y exclusivamente al niño y a su familia.
La desconfianza con las organizaciones que gestionan estos proyectos, también puede detener este tipo de acciones solidarias y, finalmente, el hecho de considerar que son acciones paternalistas que no cambian el desequilibrio social existente a nivel mundial. -
El apadrinar a un niño puede permite mejorar su calidad de vida y el de la comunidad donde vive. Al mismo tiempo, puede permitir mejorar como personas a quienes colaboran, ya que el apadrinamiento es un claro acto de generosidad y solidaridad. En el lado contrario, puede generar expectativas sobredimensionadas en la familia que recibe el apoyo y una inhabilidad de los estados de países en vías de desarrollo o empobrecidos ante la necesidad de apoyo externo.
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Primero debemos informarnos bien de las organizaciones que existen, cómo trabajan, en qué países, y a qué proyectos destinan los recursos. Si se opta por este camino, se puede escoger la que más convenga en relación a nuestros intereses. Es recomendable buscar organizaciones pequeñas o de ámbito local, puesto que son las que poseen menos recursos para ayudar a los niños. En Internet se puede encontrar mucha información, y por lo general, las ONG locales tienen páginas Web donde encontrar toda la información necesaria. Es recomendable contactar aquellas ONG que garanticen un informe con las iniciativas locales a las que se destinan las aportaciones y que permitan mantener el contacto con la persona apadrinada.