En ocasiones, el populismo llega a la empresa. La retórica populista puede interferir en las relaciones entre empleados, en las que se establecen entre el líder y los trabajadores o en la política de la organización. Aunque no siempre y para todo el mundo es algo negativo, parece razonable tener cuidado con ello.
De hecho, el populismo tiene una connotación negativa importante por, en la política y la economía, desacreditar ideas o decisiones heterodoxas, asociando a los gobiernos o a las personas que las llevan a cabo a extremismos como el nazismo o la xenofobia.
2 opiniones argumentadas
- Antonio Cordón Portillo
- Consultor experto en nuevas tecnologías
- Leticia Soberón
- Doctora en comunicación social - redes