
La mayoría de expertos señalan la conveniencia de agendar las reuniones en horarios razonables para tener la mente despejada. No es productivo comparecer agotado o con los biorritmos bajos. Según esos mismos especialistas, los horarios recomendados serían al inicio de la jornada laboral o después del descanso para el almuerzo.
Por otra parte, los acontecimientos diarios o circunstancias urgentes pueden dar al traste con la teoría y obligarnos a convocar las reuniones según se vayan precipitando los acontecimientos.
5 opiniones argumentadas

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Miguel Angel Rodriguez Muñoz
- Experto en Talento y Transformación digital.

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Iván Maura Andreu
- Director General Gestión y Eficiencia

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Miguel Mira Prieto-Moreno
- Marketing y Comunicación

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Rafael Mira Prieto-Moreno
- Emprendimiento y conocimiento

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Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación