De entre las cosas que más felicidad dan, es poder ayudar a alguien. Es un acto de libertad que nos hace sentir mejores. Por eso son miles las personas que aprovechan su tiempo libre para hacer actividades solidarias. Hacer un voluntariado es una opción cada vez más frecuente.
Pero para hacer voluntariado suele ser necesaria una formación, y entender qué significa una acción libremente realizada, dónde hacerlo o cómo hacerlo.
Ser voluntario es una decisión personal y libre, que implica muchas veces trabajar para otras personas, para la propia comunidad o para otras de otros países. Es un trabajo no remunerado, en el que las personas pueden comprometerse a cumplir ciertos objetivos que, por lo general, se relacionan con el bienestar de sectores más necesitados. Algunos especialistas consideran que el voluntario es una persona solidaria y altruista, que está dispuesto a trabajar horas o días, según sus posibilidades para otros; y de forma presencial, virtual, o semipresencial.
Otros especialistas destacan que la persona voluntaria deja su tiempo libre por los otros pero también por sí misma porque tiene una necesidad personal también de ser reconocida y de responder ante sí misma como una persona con principios. Por otra parte, otros especialistas destacan que la labor del voluntariado no puede reemplazar a la labor de los profesionales y que sólo puede ser un apoyo dentro de las organizaciones. Asimismo, algunos especialistas destacan que no todas las personas pueden realizar voluntariados y que debiera existir una preparación previa.
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El desconocimiento respecto de las organizaciones en las cuales hacer un voluntariado, las labores que implica realizar un voluntariado y la idea de que es una actividad a largo plazo puede frenar a las personas a comenzar un voluntariado. También puede influir la creencia de que no se dispone del tiempo suficiente que nos exigirá la organización, o que no se disponen de las habilidades personales para ejercerlo. A algunas personas puede dudar por no haberse planteado cuanto pueden ofrecer a los demás.
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El voluntariado puede aportar desde las competencias, valores y creencias de la persona que lo ejerce, crecimiento a la sociedad. Trabajar por la mejora de situaciones que se consideran injustas, puede permitir influir en éstas, al mismo tiempo que aportar un sentido a la vida personal.
Ser voluntario puede implicar estar en contacto con personas con intereses y valores similares, generando un sentido de pertenencia grupal. Paralelamente, en el ámbito social, las personas valoran positivamente a quienes realiza un voluntariado, lo que da una satisfacción personal mayor. No realizar un voluntariado puede hacer que las entidades se profesionalicen y puedan dar un servicio más adecuado a las personas con las que trabajan. Asimismo, el no trabajar como voluntario, puede contribuir a generar la presión social para que se tome conciencia sobre ciertas problemáticas y se dirijan esfuerzos más institucionales a paliar la situación de escasez de recursos humanos en las organizaciones, para atender adecuadamente las necesidades sociales. No realizar un voluntariado permite utilizar el tiempo libre en actividades personales propias. -
Informarse adecuadamente de lo que significa asumir un voluntariado. Definir en qué área se desea aportar como voluntario y cuánto tiempo se está dispuesto a ceder. Analizar los intereses personales, las motivaciones y las habilidades y no sólo centrarnos en la profesión u oficio. Lo ideal es identificar organizaciones que trabajen en nuestros temas de interés y evaluar si sus acciones se relacionan con nuestras motivaciones y tiempo libre. Considerar la opinión de expertos entorno al ejercicio de las personas voluntarias.
12 opiniones argumentadas
- Santiago García Campá
- Doctor y licenciado en derecho
- Juan David Correa Toro
- Empresario Tecnológico
- Elena Caballé Roselló
- Madre de familia y gerente de una organización no lucrativa
- Leticia Soberón
- Psicóloga
- María Mercedes Álvarez Martín
- Voluntaria de la ONG Manos Unidas desde 1.999, y Coordinadora del Grup